miércoles, 2 de febrero de 2011

Punto de partida: Eva Amaral y The Cure


Punto de partida: Eva Amaral y The Cure

Texto de EFE EME publicado el 29 ene, 2011 
“Era un disco que por un lado tenía mucha sensibilidad y esa especie de morbidez medio siniestra que tienen los Cure, pero por otro lado lo podías bailar y cantar a gritos”
Mientras esperamos el próximo disco de Amaral (todavía por grabar), echamos mano de nuestro archivo histórico para recordar el disco que a Eva le cambió la vida: “Kiss me, kiss me, kiss me”, de los Cure.

The Cure
“Kiss me, kiss me, kiss me”
AMG, 1987

No recuerdo muy bien cómo supe de “Kiss me, kiss me, kiss me”; en principio no me lo compré sino que me lo grabé. Tendría 15 o 16 años y ni un duro para comprar discos. Así que este cayó en mis manos grabado por alguna amiga, de rebote, porque en aquel momento no conocía a los Cure, había oído alguna canción, pero nada más.
Creo que influyó para que me gustara tanto el que yo era una niña diferente… no diría que era rara, aunque creía que sí lo era. Luego descubrí que había más gente como yo, iba a un colegio de curas y hacía todo lo posible, de verdad, por adaptarme y ser normal, o lo que yo entendía por ser normal. Fue descubrir este disco y todo cambió, me lo ponía en mi cuarto, y era como una bandera de que yo no era así, de que tenía mi espacio donde podía estar.
Entonces ya pensaba en música a todas horas porque me gustaba mucho, aunque todavía no sabía si quería ser músico. Creo que un año más tarde me metí en la Escuela de Artes para estudiar escultura. Desde que tengo uso de razón quería ser dibujante de cómics, pero en ese momento algo raro sucedió en mi cabeza y este disco de los Cure reflejaba cosas que me estaban pasando, entendía frases de las letras, unas más que otras. Era un disco que está lleno de singles, todas las canciones te enganchaban, eran maravillosas y además sonaron muchísimo.
El sonido de “Kiss me, kiss me, kiss me” me gustaba mucho, era muy poderoso, muy bailable. Era un disco que por un lado tenía mucha sensibilidad y esa especie de morbidez medio siniestra que tienen los Cure, pero por otro lado lo podías bailar y cantar a gritos. Eso es algo muy bueno de los Cure: que tienen su punto especial, pero a la vez te hacen divertirte. Aparentemente todo era como muy agobiante, pero a la vez con un componente muy importante de ironía.
Muchos años después me compré el disco, ya en CD, pero yo tenía mi casete a la que le había hecho una portada, creo que todavía la tengo en casa. Con muchos discos me ha pasado esto de tenerlos grabados de forma “guarripeich” y luego comprarlos. Defiendo totalmente la grabación casera; yo cuando los tenía en cinta copiada, estaba deseando tenerlos en disco, vinilo o CD. Tenía interés por saber más, por tener el disco, por ver las fotos que llevaba dentro. Hace poco Juan (Aguirre) se compró un recopilatorio de los Cure y escuchándolo vi que había varias canciones de “Kiss me, kiss me, kiss me” y al volver a casa lo recuperé y me lo puse otra vez, lo escuché de arriba a abajo.
De alguna manera los Cure sí han sido una gran influencia para mí, no sé si se refleja en la música que hago, pero me han marcado muchísimo. Sobre todo por esas melodías que parecen un poco aniñadas pero que en el fondo tienen mucha mala baba, digamos que tienen veneno. Y eso me parece que también está en la música de Amaral.
Me gustaba mucho ‘Catch’, cómo empezaba, y me encantaba la voz y la manera de cantar de Robert Smith. También me gustaban mucho ‘Why can’t I be you?’ y ‘Hot hot hot!!!’. Los Cure me parecen completamente diferentes a todo, tú los escuchas y aunque no conozcas ninguna canción sabes que son ellos. Es como si todo fuera de juguete, con soniditos, y como si él estuviera cantando haciedo el ganso, y sin embargo tiene mucha personalidad y entidad.
Me sigue sorprendiendo este disco, me parece una obra maestra, un tiempo después sacaron una canción, ‘Friday I’m in love’, que era mi himno de fin de semana. Era escucharlo y salir a la calle el viernes… Los Cure aguantan perfectamente el paso del tiempo.
[Texto publicado originalmente en EFE EME 58, de mayo de 2004]
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